domingo, 3 de julio de 2011

Antes de nada o de todo

Cuando queda una semana para que este preciso momento sea el antes de la nada o del todo quiero reflexionar, y quiero hacerlo porque viene bien tener las cosas claras para que luego no haya traumas. Si esto es el antes de la nada, tengo que llamar a la calma, a la mía, claro, porque la nada es una jodienda, sí, pero trivial. No se ha muerto nadie. Pierde quien juega, y en los juegos de azar como éste, una oposición, porque lo es, lo normal es perder. Esto es típico tópico, pero real como la vida misma, es así.
En ese instante, en el que se me estruje el corazón al ver los números salientes, tendré que reflexionar, desde la madurez que me caracteriza (esto me lo escribo para que no se me olvide), que no pasa nada y que la lucha debe continuar. Y es que, sin querer hacer demagogia, a diario nos acercamos a verdaderos horrores que son televisados y que cada vez menos nos hacen levantarnos del sillón o cambiar de canal. Yo tampoco lo haré en esta ocasión.
Otra reflexión típica, pero no por ello con menor efecto placebo, es la siguiente: "Algunas cosas llegan cuando tienen que llegar y poco se puede hacer por cambiar esto". Hay que mirar al futuro, sí al futuro, con el mismo optimismo con el que me embarqué en un proyecto encajonado desde hace una década. La ilusión y ese optimismo hacen posible sacar de cualquier situación o circunstancia lo mejor. Ésa será mi prioridad. El presente se arreglará con unas cervezas de más y alguna que otra palabrota.

Si esto es el antes del todo...no hace falta reflexionar sobre nada, sólo dejarse llevar porque la emoción será tal que sólo quedará el goce y la celebración. Menuda fiesta voy a montar (esto lo escribo para que no se os olvide).

Pero, ¿qué es el todo o la nada?, ¿qué distancia hay entre uno u otro concepto? El camino que une ambos valores es el de la satisfacción por el trabajo realizado, la compensación por el esfuerzo; cosas que dependen del nivel de exigencia de cada persona. Yo soy exigente, pero también comprensiva, sólo deberé aplicarme más de la segunda que de la primera y esperar que el resto de este año, que nacía prometedor, termine por cumplir de un modo u otro las expectativas.

Ah, y recordar que pase lo que pase me esperan en Lyon y New York!!!