domingo, 25 de septiembre de 2011

Consecuencias del 302


A veces te sientes perdida, agobiada, triste... y piensas en el futuro, creyendo que en él puedes encontrar la respuesta a esos problemas que te quitan hoy el sueño. El futuro, sin embargo, no se vislumbra más claro que el presente. Mi vida profesional está estancada, entre mis pies se desdibuja la línea pintada en el último año y no sé a dónde acudir. Me debato en hacer borrón y cuenta nueva, o coger el lápiz de nuevo y repintar esa misma línea desdibujada hacia el futuro. Se me plantean así serias dudas. ¿Podrá mi ánimo y mi familia soportar los vaivenes emocionales y económicos que suponen prepararme otras oposiciones? Justifico estas dudas en que, cuando no sólo dependes de tus conocimientos para sacar una plaza, si no de otras tantas argucias del destino traducidas en la competencia, las plazas por tribunal, las probabilidades de éxito según donde te examines y sobre todo de que los miembros del tribunal sean objetivos, resulta muy difícil no dudar.

Y ahora el D. 302 lo complica un poco más si cabe... no basta ya con meter cabeza, como se decía antes, ahora debes ser sobresaliente siempre, a pesar de no optar a plaza. Y esto, que puede parecer ideal para los alumnos, no lo es. ¡Los mejores de los mejores les darán clase!, dice el consejero de Educación. Pero esto no es cierto por varios motivos: el primero, que el interino que destina su tiempo a los libros para ser excepcional en un examen, no puede dedicar todo su tiempo a sus alumnos. Y en segundo lugar, a ser maestro se aprende en el aula y no en la biblioteca estudiando. La ordenación en la bolsa debe ser por tiempo de servicio por asegurar la calidad de la enseñanza, simplemente.

Cierto es que cuando terminas Magisterio y te presentas por primera vez a unas oposiciones ves imposible lograr una plaza, muchos de nosotros sentimos eso, otros la obtienen, pero creo que estar entrebastidores ayuda a ser mejor maestro y lo digo por experiencia, la primera vez que dí clase tenía 21 años y sentí que aquello me venía grande. Tanto es así que dejé de hacer sustituciones, hice otra carrera, trabajé en otro sector, y ahora a mis 34 años he vuelto. Me examiné en 2009, saque un 7 de media y entré en bolsa, no comencé a trabajar hasta septiembre de 2010 y esta vez, cuando entré en mi aula por primera vez sentí que ya estaba preparada, que esos niños eran mis alumnos y que tenía la madurez para enfrentarme a sus necesidades.

Lo ideal es trabajar cuanto antes, sobre todo en tiempos de crisis, pero si en lugar de ser interina a los 21, hubiera sido docente fija, jamás hubiera abandonado la educación, ¡es un trabajo para toda la vida, hubiera dicho mi familia, mi entorno, yo misma!, y hubiera aprendido a ser maestra a costa de alumnos que hubieran pagado mi falta de experiencia en la vida, en un trabajo, en la educación...Es como ser padre a los 20, ¿quién está preparado? Para ser un buen docente, hay que hacer un rodaje con interinidades, y éstas deben ser dadas según la experiencia docente. DEROGACIÓN DEL 302, YA!

¿Y cómo solucionamos las posibles injusticias que se derivan de mi plateamiento? Pues, muy fácil, haciendo un temario único, que los exámenes sean lo más objetivos posibles, que los centros hagan informes favorables o no del interino y que para permanecer en bolsa haya que aprobar, tengas o no tiempo de servicio. Los aspirantes pensarán que de este modo no trabajarán nunca, mi experiencia es que con una nota “normal”, un 7 de media, sólo tuve que esperar un año para que me llamasen, no sé si en todas las especialidades es así, la verdad, pero creo que es un tiempo de espera prudencial. Lo que no es justo, ni lógico, es que se trafique con la calidad de la enseñanza por intereses económicos, dando a la “formación permanente” un valor meritorio que no se merece.

El decreto 302 no vela por la calidad de enseñanza, pero tampoco por la estabilidad de las personas que quieren ejercer la docencia. Un organismo público se convierte así en la peor de las ETT, ya que no mira la experiencia, algo que no pasa en ninguna otra. Si un carnicero hace bien su trabajo en una tienda, suele ser al que mandan siempre que esta tienda lo necesita: conoce el sistema de trabajo, a los clientes... La CEJA, no.

Como decía al principio, no sé que hacer, no quiero tirar la toalla, pero es cierto que cuando tienes un hogar que mantener es muy difícil elegir la opción que supedita tu vida a que cada dos años ésta dependa del resultado de un examen y de los cambios legislativos que casi a hurtadillas se hagan, como ha sido el caso del decreto 302.

Para terminar, el colmo, los cambios en el acceso al cuerpo de maestros. Nuevos temarios, pruebas, directrices... y así, los perjudicados por el Decreto 302 también pagaremos en 2013 la novatada de este nuevo acceso, siendo los conejillos de indias de una administración que planifica siempre mirando por los intereses de un solo sector de la población y no por la globalidad. Yo pagué el pato cuando los interinos entraban al examen, firmaban y se iban, (otro de los motivos por los que dejé las oposiciones cuando era “joven”); pagué con el modelo transitorio, viendo pasar a plaza a todos los interinos, a los que se les daba un 10 en uno de los exámenes; pago ahora por el 302, al ver como 70 personas me han adelantado en las listas por tener cursos en lugar de experiencia; y mucho me temo que pagaré con el nuevo acceso que están negociando los que dicen llamarse sindicatos y el Gobierno.
POR UN SISTEMA JUSTO, POR LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA, DEROGACIÓN DEL 302, YA!!

Por todo esto mis dudas, por todo esto mi desazón, por todo esto os pregunto, ¿qué hago?