viernes, 17 de septiembre de 2010

Instantes antes

La vida te puede cambiar en un instante y es en los momentos previos, conscientes o inconscientes, cuando todo es posible. Hoy estoy en uno de esos momentos, quizás mañana también, porque cada día tiene ese instante, ese momento en el que nuestra vida puede dar un giro. Y éste puede ser para bien o para emprender una lucha, ya que, sea cual sea el motivo por el que nuestra vida cambie, siempre conllevará una lucha, siempre, incluso cuando conseguimos el mayor de nuestros anhelos, incluso entonces hay que luchar para mantenerlo.

Hoy escribo esto por que, pase lo que pase en ese instante que espero, quiero poder releer estas letras y saber que estoy preparada para afrontar cualquier cosa que me depare mi destino. Es emoción, nervios, miedo e ilusión lo que embarga mi corazón, pero sobre todo optimismo, porque sólo con este sentir se puede asumir el paso de este instante a otro de lucha.
Me preparo para lo peor y espero lo mejor. Es esa ilusión la que mantiene viva el alma y por la que somos capaces de seguir caminado a pesar de todo lo que nos sucede.
Momentos antes de ese instante en el que sabemos que todo puede cambiar, la calma es la mejor de las consejeras. Gracias a ella podemos ver más allá de lo malo, incluso de lo bueno, que nos traiga ese instante.
Y ese instante puede ser tan vulgar como una llamada de teléfono, una consulta al médico o tan corriente como cruzar una calle sin mirar. La vida es una carrera de fondo y no siempre tenemos el avituallamiento apropiado, por eso sólo dependemos de nosotros y de nuestra capacidad para ver de lo bueno lo mejor y de lo malo el futuro, siempre prometedor.

Así ando yo hoy, esperando ese instante que me vuelva la vida del revés, y lo espero para sacar de las costuras de mi vida dada la vuelta lo mejor. Hay instantes que llegan sin esperar y otros que se hacen de rogar, de ambos espero que haya en mi vida, señal de que la vivo con emoción e intensidad. Pido fuerzas para emprender cualquier lucha. Y ahora, respiro hondo y preparo mi cuerpo, mi mente y mi corazón para encajar ese instante con la mejor de las sonrisas. Ahora, sólo puedo hacer eso. Luego, luchar.

2 comentarios:

  1. Ten ánimo Lucía y pensamiento positivo y verás como lo que venga o deje de venir será para bien.

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  2. Uno de esos instantes ya ha traído algo bueno, Jesús, ya te contaré.

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