lunes, 20 de diciembre de 2010

Instantes después

Hay circunstancias en la vida que te ponen a prueba y descubres en tí emociones, valores y energías desconocidas hasta ese momento. Desde hace unos meses, vivo diversas situaciones que me recuerdan que al nacer te reparten unas cartas y que depende de tu inteligencia, creo que emocional más que intelectual, el ir cambiándolas en cada mano para lograr acercarte, al final de la partida, al póker de ases. Depende de nosotros saber jugarlas de la mejor manera e intentar que los faroles que nos tiremos a lo largo de nuestra vida sean los mínimos. La confianza de que la siguiente será una buena mano es lo que nos ayuda a vestir de optimismo cada momento delicado que vivimos, el cual se convierte, desde ese instante, en el punto de inflexión desde el que saltamos hacia adelante, hacia el futuro.
Ahora estoy en pleno salto, volando, con la mirada fija en el centro de la diana en la que debo aterrizar. No sé si el vuelo será largo o corto, sólo deseo no marearme mientras surque el cielo. No le tengo miedo a las alturas ni al aterrizaje, sé que será bueno. Y es que si hay algo que tengo claro es que el 2011 nos traerá a todos cosas buenas. No podemos ir a peor, no? Fuera de bromas, dicen que las mujeres tenemos un sexto sentido, yo lo afirmo, al menos yo sí que "presiento" cosas, por decirlo de alguna manera. No sé si serán deseos disfrazados de premoniciones o no, pero sea como fuere el año que entra será mi año. Ya lo veréis!!!! Lo he visto y me gusta. Las rodilleras las tengo preparadas para el aterrizaje, por si acaso, pero creo que será sufuciente con el optimismo.

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