martes, 15 de junio de 2010

A veces paseo por mi barrio

A veces paseo por mi barrio. Es raro, la verdad, porque estoy muy ocupada dando las noticias locales en una cadena de televisión local, bueno, más que local es municipal, con todo lo que eso supone. Mi barrio está en el distrito de Levante, es obrero y trabajador, como yo, por lo que me siento muy cómoda paseando por sus calles, sus plazas y sus zonas verdes, aunque sean escasas.

Hoy volvía de trabajar y me ha dado por caminar y observar lo que pasaba a mi alrededor. Me he dado cuenta que en mi barrio todavía hay gente que se saluda por la calle, que compra en una plaza de abastos y que charla con el que le pilla al lado o enfrente mientras espera la cola del pan, que no del paro, que también, aunque en la oficina de mi barrio no se está para muchas conversaciones. La cola se hace desde fuera, cerca a la casa de acogida municipal y eso acojona.

En mi barrio, y esto lo he vivido, te acercas a una tienda de ultramarinos, que por lo visto existen todavía, y la dependienta te atiende sin perder detalle de la receta que toca cocinar hoy en España Directo y sin perderle el hilo al bocata que ella misma se ha hecho hace un rato, con los restos del pan que no vendió esta mañana y con el choped que corta a diario para sus clientes. Eso sí que es bonito. Y es que la señora domina sus apenas 8 metros cuadrados de tienda como un ciego su bastón, a pesar de los, creo, miles de artículos distintos que puede dispensar.

Tras comprar el avío para hacerme una hamburguesa esta noche... sí, ya lo sé, los avíos son normalmente para hacer un cocido, pero que quieren que les diga, mi barrio es el castizo, el de toda la vida, yo vivo de precongelados y platos fáciles y rápidos de hacer. Ya les conté lo de la cadena municipal, ¿no? Bueno, a lo que iba. Tras salir del ultramarinos me ha dado por ver el nivel del sector textil de mi barrio. Hay dos calles prácticamente enteras para esta actividad. Son las de Jesús Recatado y La Viñulea. Sí, La Viñuela, es un centro comercial abierto al que vienen las señoras del centro venidas a menos. Sí, a comprar en Paqui Díaz, de las pocas empresarias cordobesas que ponen nombre a su tienda y tienen éxito. Véase si no Juana Martín. ¿Alguien ha visto alguna vez a una clienta dentro de su céntrico establecimiento?

El sector textil está muy bien en mi barrio. Calidad y buen precio. Además, por si quedaba alguna duda en este sentido varios empresarios chinos se han establecido en la zona montando varias tiendas de Lalisa y Monika. Que también las hay en el centro, eh! Éstas sí que 'petan' (¿se dice así?). En ellas te puedes encontrar de todo, para todos y a un precio que a veces hace desconfiar...¿me durará dos lavados?, pero oye, que al final se lo llevan. Así va el país. Y todo es por aparentar y porque en tiempos de crisis es lo que se impone. La gente, de mi barrio y la de los demás, prefiere seguir pensando que sigue teniendo la opción de comprarse las cosas dobles o triples. Nadie quiere tener un traje de Juana Martín en el armario si puede tener siete de Lalisa, y quien dice un traje, unos zapatos, una caja de herramientas o unos yogures, que también hay que comer.

En mi barrio hay una avenida muy famosa. Creo que es la única, aunque soy relativamente nueva en él y quizás se me escape alguna otra. La que yo digo es la de Barcelona y en ella se celebran desde siempre los triunfos del equipo catalán. Lo último ha sido la liga. Y me pregunto yo, ¿por qué razón alguien coge su coche, se traslada hasta este barrio -al que un amigo alquilado en el centro llama suburbio- y da tres vueltas a la susodicha avenida tocando el claxón? Con lo lejos que queda Barcelona y esos jugadores, ¡si no se van a enterar allí! Pero cómo le gusta al proletariado hacer ruido. Porque estoy segura que los del Brillante no bajan hasta aquí para tocar el pito, sólo a comprarle a la Paqui, que tiene unas cosas muy monas... distintas, y además apañas de precio.

Pero bueno, en mi barrio se vive divinamente, está muy bien comunicado con el centro de la ciudad, que al final es lo que parece que importa. Nosotros vamos al centro a pasear para aparentar y los del centro vienen al nuestro para vivir. Pero esto es cosa de la crisis, que esto antes no era así.

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